Título: El testigo invisible
Autora: Carmen Posadas
Páginas: 464
Editorial: Planeta
Precio: 21 euros
Año de edición: 2013
Leonid Sednev es un niño de San Petersburgo de familia humilde que trabaja en el palacio imperial de los zares como deshollinador. Aparte de limpiar chimeneas, su pequeño tamaño le permite meterse por los conductos de la calefacción que como una red oculta recorren todas las estancias del palacio; forman un espacio particular, un club restringido para unos pocos pequeños miembros, los water babys, que acceden a ellos para limpiarlos y mantenerlos. Las rejillas les permiten observar a las grandes duquesas en su vida diaria, su interés y su admiración le hacer caer enamorado platónicamente de la joven gran duquesa Tatiana; las hijas de los zares son adolescentes y les invade la curiosidad si se produce un encuentro fortuito con alguien extraño, un tanto exótico, como los chicos deshollinadores, curiosidad que hace que en ese momento el personal de servicio deje de ser invisible o trasparente a los ojos de la familia real.
Cuando Leonid crece, lógicamente tiene que dejar su trabajo, ya no puede introducirse por los conductos; consigue entonces entrar como pinche de cocina en palacio; sigue estando cerca de las hijas del zar pero sin posibilidad de verlas desde su antiguo escondite secreto.
Más adelante la política desastrosa del zar y los reveses de la guerra hacen que triunfe la revolución en Rusia, el zar es obligado a abdicar y él y su familia se convierten en rehenes de los revolucionarios. Son separados de la corte, expulsados de su palacio y apartados de la vida lujosa que llevaban previamente. Se les aleja de la capital e inician un viaje sin retorno hacia el este, siempre custodiados por soldados del ejército rojo. Les acompañan un reducido numero de sirvientes: el preceptor de los hijos del zar, el médico de la familia real, un marinero asistente del zarevich muy limitado por la hemofilia, la camarera de la zarina, un cocinero y un par de ayudantes de cocina entre los que se encuentra Leonid. Fuera del palacio la convivencia es más estrecha y se convierte en compañero de juegos y amigo de los hijos del zar.
La familia real es desplazada primero a Toblolsk y luego a Ekaterimburgo; ante el posible avance del ejército blanco y el riesgo de su liberación, los lideres bolcheviques Lenin y Sverdlov ordenan su muerte. Toda la familia real y sus ayudantes fueron asesinados en julio de 1918.
Esta novela histórica está basada en hechos reales. Un pinche de cocina sobrevivió a la matanza de Ekaterimburgo porque el oficial al mando le ordenó salir de la casa con un pretexto falso. Por qué decidió salvar a este chico no lo sabemos, ni tampoco qué sucedió con él después de 1918, es posible que emigrara del país; muchos rusos emigraros tras la revolución a distintos países de Europa y America y en Uruguay llegó a establecerse una colonia rusa importante. La autora acepta la hipótesis del exilio uruguayo y su personaje relata sus memorias al final e su vida; lo hace solamente entonces porque los grandes secretos son como los hechizos, se desvanecen cuando los cuentas.
Durante el desarrollo de la novela nos presenta en su primera mitad a la familia real con una vida lujosa y completamente alejada e ignorante de las necesidades del pueblo ruso; al zar como un pésimo gobernante convencido de la bondad del poder absoluto, de carácter débil y muy influido por su mujer; y toda suerte de intrigas que se desarrollan en la corte.
Autora: Carmen Posadas
Páginas: 464
Editorial: Planeta
Precio: 21 euros
Año de edición: 2013
Leonid Sednev es un niño de San Petersburgo de familia humilde que trabaja en el palacio imperial de los zares como deshollinador. Aparte de limpiar chimeneas, su pequeño tamaño le permite meterse por los conductos de la calefacción que como una red oculta recorren todas las estancias del palacio; forman un espacio particular, un club restringido para unos pocos pequeños miembros, los water babys, que acceden a ellos para limpiarlos y mantenerlos. Las rejillas les permiten observar a las grandes duquesas en su vida diaria, su interés y su admiración le hacer caer enamorado platónicamente de la joven gran duquesa Tatiana; las hijas de los zares son adolescentes y les invade la curiosidad si se produce un encuentro fortuito con alguien extraño, un tanto exótico, como los chicos deshollinadores, curiosidad que hace que en ese momento el personal de servicio deje de ser invisible o trasparente a los ojos de la familia real.
Cuando Leonid crece, lógicamente tiene que dejar su trabajo, ya no puede introducirse por los conductos; consigue entonces entrar como pinche de cocina en palacio; sigue estando cerca de las hijas del zar pero sin posibilidad de verlas desde su antiguo escondite secreto.
Más adelante la política desastrosa del zar y los reveses de la guerra hacen que triunfe la revolución en Rusia, el zar es obligado a abdicar y él y su familia se convierten en rehenes de los revolucionarios. Son separados de la corte, expulsados de su palacio y apartados de la vida lujosa que llevaban previamente. Se les aleja de la capital e inician un viaje sin retorno hacia el este, siempre custodiados por soldados del ejército rojo. Les acompañan un reducido numero de sirvientes: el preceptor de los hijos del zar, el médico de la familia real, un marinero asistente del zarevich muy limitado por la hemofilia, la camarera de la zarina, un cocinero y un par de ayudantes de cocina entre los que se encuentra Leonid. Fuera del palacio la convivencia es más estrecha y se convierte en compañero de juegos y amigo de los hijos del zar.
La familia real es desplazada primero a Toblolsk y luego a Ekaterimburgo; ante el posible avance del ejército blanco y el riesgo de su liberación, los lideres bolcheviques Lenin y Sverdlov ordenan su muerte. Toda la familia real y sus ayudantes fueron asesinados en julio de 1918.
Esta novela histórica está basada en hechos reales. Un pinche de cocina sobrevivió a la matanza de Ekaterimburgo porque el oficial al mando le ordenó salir de la casa con un pretexto falso. Por qué decidió salvar a este chico no lo sabemos, ni tampoco qué sucedió con él después de 1918, es posible que emigrara del país; muchos rusos emigraros tras la revolución a distintos países de Europa y America y en Uruguay llegó a establecerse una colonia rusa importante. La autora acepta la hipótesis del exilio uruguayo y su personaje relata sus memorias al final e su vida; lo hace solamente entonces porque los grandes secretos son como los hechizos, se desvanecen cuando los cuentas.
Durante el desarrollo de la novela nos presenta en su primera mitad a la familia real con una vida lujosa y completamente alejada e ignorante de las necesidades del pueblo ruso; al zar como un pésimo gobernante convencido de la bondad del poder absoluto, de carácter débil y muy influido por su mujer; y toda suerte de intrigas que se desarrollan en la corte.
Pero también nos ofrece en la segunda mitad otra visión de la familia real, un matrimonio muy enamorado, continuamente pendientes de sus hijos; curiosamente intentaron educarlos de una forma un tanto austera: los hijos del zar dormían en catres de campaña, se tenían que hacer ellos la cama y asearse con agua fría. Una familia muy unida que vivieron estoicamente sus últimos días.
Carmen Posadas Mañé nació en Uruguay en 1953. Hija de un diplomático vivó en Argentina, España, Inglaterra y Rusia a causa de los destinos de su padre. Inició estudios universitarios en Oxford que no completó al casarse muy joven, tuvo dos hijas y desde 1985 tiene doble nacionalidad española y uruguaya. Se casó por segunda vez con Mariano Rubio.
Comenzó a escribir en 1980 literatura infantil y juvenil, y posteriormente amplió su producción a ensayos, cuentos, novelas y guiones para cine y televisión. Uno de sus ensayos acerca de las segundas relaciones amorosas originó el término síndrome de Rebeca, en referencia al personaje de la célebre película de Hitchcock; que se refiere a los celos enfermizos que alguien siente frente a una relación anterior de su pareja.
Su extensa producción se ha traducido 23 idiomas y ha recibido numerosos premios, entre otros el de Cultura de la Comunidad de Madrid y el Premio Planeta en 1998.
Carmen Posadas
Publicado por John Smith.
A mi me gustó mucho como la autora a partir de un hecho real construye toda una historia, que podría haber sido así o no.
ResponderEliminarUn abrazo