domingo, 27 de mayo de 2018

Discurso de ingreso en la RAE de Federico Corriente

http://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_ingreso_Federico_Corriente.pdf

¿Sabías que el diseño de la letra pi (π) proviene del  jeroglífico egipcio que significaba casa, receptáculo?¿que la expresión «erre que erre» es de origen árabe?¿Y que el nombre de «La Mancha», cuna del mismísimo Don Quijote, también?

Éstas y muchas otras cosas interesantes se aprenden leyendo el discurso de ingreso en la Real Academia Española de Federico Corriente, elegido académico en el 2017 y que por fin, el 20 de mayo pasado, ingresó en tan noble y distinguida institutución.

Se titula «La investigación de los arabismos del castellano en registros normales, folklóricos y bajos», está disponible en este enlace, ocupa 45 páginas y me ha parecido muy interesante. En primer lugar, el lenguaje con que está escrito es espléndido, barroco, rico en matices y jugoso, un ejemplo de lo potente y preciso que puede llegar a ser el español.

En segundo lugar, puede leerse como un resumen y cata del arabismo, tal es la cantidad de detalles curiosos e ideas fundamentales que contiene. Después de dedicar unas palabras a la memoria de su predecesora, Ana María Matute, repasa la historia del arabismo en España, frenado en seco por influencia de la Inquisición y siempre mermado por la visión del moro como enemigo. Luego desgrana multitud de ejemplos, algunos interesantes por ser poco conocidos, de la influencia del árabe en el castellano antiguo, en una España bilingüe en la que nuestra lengua se empapó de términos, giros y dichos, especialmente en los registros de la lengua medios y bajos.

Por ejemplo, «La Mancha» proviene del andalusí manğá (alivio, satisfacción), que era lo que sentían los árabes cuando entraban en esa región dominada por ellos y alejada de las fronteras con los reinos cristianos. Y palabras tan cotidianas e inofensivas como «ademán», «adrede», «afán», «atracar», «azar», «dados», «guá», «loco», «mamarracho», «máscara», «mohíno», «naipe», «riesgo» y «titiritero» tienen etimología árabe. Lo mismo ocurre con expresiones tan castizas como «a troche y moche», «birli birloque», «que si quieres arroz, Catalina», «Ángela María», «fulano, zutano y mengano», y muchas otras. Mención especial merecen los préstamos del árabe en juegos y canciones infantiles, probablemente introducidos por niñeras moriscas. También el profesor Corriente desmiente algunas falsas etimologías árabes y deja el censo de arabismos en español en 2000 palabras, sin contar los topónimos. 

Un texto estupendo y suculento, que deleitará a todos lo que se interesan por la lengua y que puede ser leído como un catálogo de curiosidades lingüísticas por el público en general.

Federico Corriente (Granada, 1940), arabista y lexicógrafo, es licenciado y doctor en Filología Semítica por la Universidad Complutense de Madrid. Ha dado clases sobre árabe, dialectos árabes  literatura en universidades como la de Egipto, Marruecos, Estados Unidos y España. Es miembro de la Academia de Lengua Árabe de El Cairo y ocupa el sillón K de la Real Academia de la Lengua Española que dejó vacante Ana María Matute.

Dice que Granada es su referencia cultural, que allí vuelve siempre que puede y forma parte del selecto grupo formado por una veintena de lingüistas que se dedican a las lenguas semíticas. 

http://www.ideal.es/granada/culturas/201704/10/granada-sigue-siendo-referencia-20170407010535-v.html
Federico Corriente (Foto Guillermo Maestre)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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